Google acaba de anunciar que su servicio de conexión en la Nube (Cloud Computing) de nombre Google Cloud Connect ya no está en fase de pruebas (fase Beta) sino que ahora ya está completamente funcional al 100%
Pero nada de esto sería noticia si no fuera por el matiz que eso supone, ya que la mejora que aporta este servicio es la total sincronización con la suite ofimática de Microsoft: Microsoft Office.
Y que significa esto? Pues que documentos que tengamos en Word, Hojas de calculo que tengamos en Excel o presentaciones de diapositivas que tengamos hechas en Powerpoint se podrán sincronizar con este servicio de Google y poder trabajar con ellos des de la Nube, con lo cual, desaparece el termino Local y aparece el termino Remoto, ya que podremos trabajar con ellos desde donde sea.
Como funciona Google Cloud Connect desde Microsoft Office?
Para que funcione, si ya tienes instalado Microsoft Office en tu ordenador, deberás instalar el siguiente plugin para que desde Microsoft Office tengas total sincronización con Google Cloud Connect.
Una vez con el plugin instalado, ya podrás sincronizar tus documentos y, una vez subidos a la Nube, tendrás total libertad para hacer lo que quieras con ellos. Como se tratan de copias en el servidor, podrás compartir via email el enlace donde tendrás tu archivo con todas las personas que quieras.
La persona/s interesadas que reciban el mail con el archivo, tendrán la opción de descargarlo en tu máquina o trabajar con él desde el servicio Google Docs. Y, lo bueno de esto (y ahí es donde radica el potencial del servicio) es que, cuando las personas modifiquen el documento, también será modificado el archivo original que está en el servidor. Es decir, prima la colaboración entre personas sin tenerse que ir pasando el archivo entre todas las personas implicadas.
Parece que Google ha aprendido la lección desde el desastre que significó Google Wave, ya que ahora el software es Microsoft Office (que quieras o no todo el mundo lo ha tocado alguna vez) y Google Docs; es decir, ya no supone tener que aprender un software nuevo ni una nueva herramienta como sucedió con Google Wave. Pero tampoco hemos de justificar el desastre de Wave por no saber como funciona. Simple y llanamente, Google Wave fue un desastre, tanto en el concepto como en la funcionalidad.